Entre cortina blancas
y azules rejas
estaban dos amantes
dándose quejas
y se decían que se
querían
Que tan sólo con la muerte
se olvidarían
que tan sólo con la muerte
se olvidarían
Chinita cuando te vayas
pienso dejarte
un corazón de amantes
como de herencia
con la advertencia
Con la advertencia
que si tú te vas con otro
pierdes la herencia
que si tú te vas con otro
pierdes la herencia
No hay casa que no tenga
sus cuatro esquinas
ni mujer que no caiga
tarde o temprano
de lo contrario
De lo contrario
todos los hombres
somos un relicario
todos los hombres
somos un relicario.