¡Ora ¡Ora calichi!
Fue en un carro
de la Chrysler
un automóvil 300
se subió Chuy y Mauricio
Felices y muy contentos
como iban a imaginarse
que los bajarían ya muertos
Fueron 400 libras de mota
que habían soltado
que jugada del destino
Miren como les pagaron
le dieron rait al contrario
y les pagó con balazos
¡Vámos primo!
En el asiento de atrás
ya la muerte y planeando
quedarse con el dinero
Y decidió asesinarlo
Chuy quedó al lado derecho
y Mauricio al otro lado
Otra tumba en San Ignacio
y dos familias llorando
faltan dos admiradores
A Canelos de Durango
que en bromas y borracheras
Álvaro los ha extrañado
Rancho el Gila, Sinaloa
ya no volverás a verlos
Que toquen vida mafiosa
el grupo de los Canelos
si en vida fuimos alegres
brindemos por los recuerdos.