Yo traigo una herida
sangrando en el alma
que mis pobres ojos
se nublan de llanto
Porque me dejó la
mujer de mi vida
y me estoy muriendo
por quererla tanto
Que ya no te acuerdas
de aquellas palabras
cuando entre mis brazos
me decías llorando
Que si no eras mía
no serías de nadie
y sólo la muerte
podría separarnos
Pero tus promesas
todas fueron falsas
aquellas palabras se
las llevó el viento
Pronto te olvidaste
de aquel juramento
pero yo te adoro
divino tormento
Que ya no te acuerdas
de aquellas palabras
cuando entre mis brazos
me decías llorando
Que si no eras mía
no serías de nadie
y sólo la muerte
podría separarnos
Pero tus promesas
todas fueron falsas
aquellas palabras
se las llevó el viento
Pronto te olvidaste
de aquel juramento
pero yo te adoro
divino tormento.