No puede haber
dónde la encontraría
otra mujer
igual que tú
No puede haber
desgracia semejante
otra mujer
igual que tú
Con iguales emociones
con las expresiones
que en otra sonrisa
no vería yo
Con esa mirada atenta
a mi indiferencia
cuando me salía de la situación
Con la misma fantasía
la capacidad
de aguantar el ritmo
despiadado de mi mal humor
Otra no puede haber
si no existe me la inventaré
parece claro que
aún estoy envenenado de ti
es la cosa más evidente
Y me falta cada noche
todas tus manías
aunque más enormes
eran si las mías
Y me faltan tus miradas
porque sé que están ahí
donde yo las puse apasionadas
justo sobre ti
Otra no puede haber
si no existe me la inventaré
parece claro que
aún estoy envenenado de ti
Es la cosa más evidente
evidentemente preocupante
no, otra mujer no creo.